Prepárate, este no es un cultivo ordinario. El espárrago tiene una colorida historia y una personalidad seductiva, y es probablemente el vegetal más demandante que hay para comenzar.

Paso uno – Consigue coronas

Es posible cultivar espárragos con semillas, pero la mayoría de los agricultores y jardineros dejan esta parte a viveros profesionales porque la semilla es muy delicada para germinar. En cambio, se recomienda el comprar ‘coronas’ -un término técnico para designar a las raíces dormantes-. Se parecen a extrañas criaturas marinas con raíces y tentáculos, y una cabeza en el medio desde donde brotan las aspas.

Las coronas dormantes se encuentran disponibles durante una corta temporada a comienzos de la primavera. Si pierdes la oportunidad, es posible conseguirlas mediante compra online de lugares más fríos. Algunos productores mantienen coronas de espárragos en enfriadores para prolongar la dormancia para vender a agricultores de zonas más cálidas.

Variedades tradicionales como ‘Martha Washington’ siguen siendo muy populares, aunque producen plantas femeninas y masculinas. Las plantas femeninas producen bonitas bayas rojas en otoño, pero generan muchas menos aspas. Para tener una cosecha grande, muchos agricultores optan por variedades híbridas masculinas como ‘Jersey Giant’ o ‘UC157’, que son altamente productivas y más resistentes a enfermedades que los tipos tradicionales. ‘Pasión púrpura’ es una de las variedades que produce aspas púrpuras. Para cultivar espárrago blanco se debe nivelar el suelo por sobre las aspas de manera que no produzcan clorofila, esto se puede lograr con cualquier variedad.

Diez coronas caben en un lecho de 4×8 pies (122×244 cm) lo que es suficiente para alimentar a una familia de cuatro personas. Trata de comprar las coronas a tiempo para que no haya atrasos en la plantación. Si tienes que almacenar las coronas por más de un día o dos, ponlas en un balde con arena húmeda en un sótano o cualquier otro lugar frío hasta que estés listo para plantar.

Paso dos – Prepara el suelo

A los espárragos les gusta un suelo rico, bien drenado y más básico. Para mejores resultados, se deben incorporar copiosas cantidades de suelo preparado en el lecho de plantación para proporcionarle a las plantas una larga fertilidad.

Remueve cualquier vegetación existente del área de plantación, incluso raíces.

Suelta el suelo hasta una profundidad de 6 u 8 pulgadas (15 o 20 cm) en toda el área de plantación con un arador.

Disemina 2 a 3 pulgadas (5 a 8 cm) de compost sobre el área de plantación y mézclalo con el suelo.

Si tu suelo es ácido, agrega cal suficiente para llevar el pH por sobre 7 y mezcla.

Excava una zanja de 12 pulgadas de ancho por 12 pulgadas de profundidad (30×30 cm) en el lugar donde las coronas serán plantadas. Las filas de espárragos debieran estar separadas por al menos 2 pies (61 cm), permitiendo así que quepan dos filas en un lecho de 4 pies (122 cm) de ancho.

Por cada 8 pies (244 cm) de filas, necesitarás más o menos una carretilla que llene dos tercios del camino con partes iguales de suelo y compost.

Agrega tres copas de fertilizante orgánico vegetal en la mezcla de suelo/compost. Para darle al espárrago un impulso extra, agrega una copa o dos de greensand (un fertilizante natural que es alto en potasio) al suelo excavado en la carretilla y mezcla rigurosamente.

Paso tres – Plantar

Distribuye el contenido de la carretilla de forma uniforme a lo largo de la zanja.

Forma montículos cónicos de alrededor de 6 pulgadas de alto (15 cm) cada 18 pulgadas (46 cm) a lo largo de la base de la zanja con la mezcla de suelo/compost.

Pon una corona en cada uno de los montículos con las raíces abiertas en todas direcciones.

Cubre las coronas con dos pulgadas de suelo (5 cm) (llenando los espacios entre los montículos también).

Riega profusamente en esta ocasión.

Paso cuatro – continúa llenando y regando

A medida que los espárragos crecen, continúa llenando las zanjas con lo que queda del suelo excavado.

Mantén el lecho de espárragos húmedo, pero no muy mojado durante la primera temporada de cultivo.

Pon una capa de mulch sobre el lecho para ayudar a conservar la humedad y reducir la aparición de malezas.

Es importante esperar al menos un año después de plantar los espárragos antes de hacer la primera cosecha, para que las plantas puedan poner tanta energía como les sea posible para desarrollar su sistema radicular. En el segundo año, está bien cosechar las aspas que sean más grandes que un lápiz durante una semana más o menos. En el tercer año, aumenta el período de cosecha a dos semanas y en el cuarto año y años subsiguientes, puedes cosechar todas las aspas que salgan durante un período de seis semanas.

Las aspas sin cosechar generarán una canopia de follaje de más o menos 3 o 4 pies de alto (8 a 10 cm) para principios de verano. Permitir que los tallos crezcan cada año es necesario para mantener un sistema radicular fuerte –haciendo posible que los espárragos vuelvan cada año con aspas cada vez más fuertes.

Material traducido por Agriculturers.com

FUENTE: modernfarmer.com